1, La composición y variación de la luz solar.
La luz del sol no es una única fuente de luz, sino una luz compuesta de múltiples longitudes de onda de luz emitidas por el sol. Estos rayos de luz incluyen el ultravioleta, el visible y el infrarrojo, entre los cuales la parte visible es la que podemos percibir directamente. La luz visible se subdivide en siete colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y morado, cada uno de los cuales corresponde a una longitud de onda y energía diferentes.
La luz solar se ve afectada por diversos procesos físicos, como la dispersión, la absorción y la refracción, al pasar a través de la atmósfera, lo que da lugar a diferentes brillos y colores en diferentes momentos, lugares y condiciones climáticas. Por ejemplo, la clara luz del sol del mediodía suele ser más brillante y deslumbrante que la luz del sol de la mañana o de la tarde, y los factores climáticos como las nubes y la neblina también pueden afectar significativamente la intensidad y el color de la luz del sol.
2, percepción visual del ojo humano.
El ojo humano es un órgano muy complejo que puede percibir la luz en un amplio rango espectral, desde el ultravioleta al infrarrojo. Sin embargo, la sensibilidad del ojo humano a la luz visible no es uniforme, sino más bien más sensible a determinadas longitudes de onda como la luz amarilla y la verde. Además, el ojo humano tiene una gran adaptabilidad a la luz y puede mantener una visión clara en un amplio rango de brillo, desde extremadamente oscuro hasta extremadamente brillante.
Cuando hablamos de "ver la luz del sol", en realidad nos referimos a la capacidad del ojo humano de percibir la parte visible de la luz del sol y formarse una impresión visual basada en ella. Durante este proceso, el valor del lumen, como indicador del flujo luminoso, refleja en cierta medida el brillo de la fuente de luz, pero no puede determinar completamente la percepción de la luz solar por parte del ojo humano. Porque la percepción humana también está influenciada por el color de la luz, el contraste, el brillo ambiental y el estado visual personal (como el tamaño de las pupilas, la fatiga visual, etc.).
3, La relación entre lúmenes y visibilidad a la luz del día.
Aunque no es posible proporcionar un valor de lúmenes exacto para definir el umbral para "ver la luz del sol", podemos explorar este tema basándonos en algunos datos y experiencias prácticas. En un día despejado al mediodía, el flujo luminoso bajo la luz solar directa es extremadamente alto, superando con creces el valor de lúmenes necesario para la iluminación interior general. Sin embargo, debido a la adaptabilidad del ojo humano y la complejidad de la luz solar, no podemos simplemente utilizar un valor de lúmenes fijo como estándar para la visibilidad de la luz solar.
De hecho, cuando el ojo humano percibe la luz solar, depende más de factores como la calidad de la imagen, el contraste y la saturación del color formado por la luz en la retina del ojo humano. Estos factores no solo están relacionados con el valor de lúmenes de la fuente de luz, sino también estrechamente relacionados con la temperatura del color, el índice de reproducción cromática y la distribución de la luz ambiental de la fuente de luz.
4, Consideraciones en aplicaciones prácticas.
En el diseño de iluminación y en las aplicaciones prácticas, normalmente no ajustamos directamente el valor del lumen con el objetivo de "ver la luz del sol". Por el contrario, determinaremos de manera integral el esquema de iluminación en función de las necesidades específicas de la escena, las características visuales del ojo humano y los parámetros de rendimiento de la fuente de luz. Por ejemplo, en oficinas, aulas y otros lugares donde las personas necesitan leer y trabajar durante mucho tiempo, elegiremos accesorios de iluminación con una temperatura de color moderada, un índice de reproducción cromática alto y una distribución de brillo uniforme para garantizar que el personal pueda mantener un ambiente cómodo. experiencia visual.
En la iluminación exterior, debemos considerar factores como el rendimiento a prueba de agua y polvo de la fuente de luz, la eficiencia de la luz y el control de la contaminación lumínica para garantizar que el efecto de iluminación cumpla con los requisitos de seguridad y no tenga un impacto negativo en el medio ambiente.