Dunedin, la segunda ciudad más grande de la Isla Sur de Nueva Zelanda, está buscando la posibilidad de instalar LED ámbar que se parecen a las actuales lámparas de sodio de baja presión. El concejal ya ha visto la demostración del led Amber y ahora tiene que decidir si instalar LED blanco o LED Amber en los próximos meses.
El gobierno reservó un presupuesto de 12 millones de dólares de Nueva Zelanda (alrededor de 55,43 millones de yuanes) para un esquema de iluminación LED de 10 años. La decisión se debe a la preocupación de que las farolas con luz blanca puedan tener un impacto en la salud. Michael Broughton, miembro de la organización local "Dark Sky Organization" (Dark Skies Group), está presionando los LED ámbar.
Expresó su preocupación por la contaminación lumínica y esperaba que el consejo de la ciudad adoptara los LED ámbar, que, según él, tendrían poco impacto en los humanos, la vida silvestre y el cielo nocturno.
Broughton enfatizó que no hay una opción perfecta, porque todas las luces LED tendrán fallas. Si Dunedin usa luces de calle de color ámbar, será otra ciudad después de Arizona, State Flagstaff en los Estados Unidos. Anteriormente, Flagstaff decidió pasar a ámbar para minimizar la contaminación lumínica.